27/6/10

Trabajo a las 17:17

Ahora sólo siente adormecimiento.
Dicen que en otras épocas sentía cómo el músculo se desgarraba bajo su piel, cómo los tendones perdían fuerza para luego terminar separándose. Pero ahora ya no hay eso, o al menos no se siente. Ahora, cuando sucede, viene acompañado de una fuerza increíblemente grande que no rompe ni una esfera navideña. A decir verdad, no sé si se pueda hablar de una especie de acompañamiento, porque cuando se le busca siempre está solo, no sentado, simplemente divagando por el espacio externo, pero no exterior.
Aunque quién sabe, porque lo he visto tan pocas veces últimamente que quizá sí se hayan acompañado mutuamente en algún momento que por seguro no fue cercano al presente.
Y en fin... ¿lo invitamos de nuevo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario