24/1/09

El cuervo, Edgar Allan Poe.


Una vez, en una taciturna media noche,
mientras meditaba débil y fatigado,
sobre un curioso y extraño volumen
de sabiduría antigua,
mientras cabeceaba, soñoliento,
de repente algo sonó,
como el rumor de alguien llamando
suavemente a la puerta de mi habitación.
>> Es alguien que viene a visitarme - murmuré
y llama a la puerta de mi habitación.
Sólo eso, nada más. <<>> Será un visitante que quiere entrar
y llama a la puerta de mi habitación.
Algún visitante retrasado que quiere entrar
y llama a la puerta de mi habitación.
Eso debe ser, y nada más <<. De repente, mi alma, se revistió de fuerza; y sin dudar más dije: >> Señor, o señora,
les pido en verdad perdón;
pero lo cierto es que me adormecí y
habéis llamado tan suavemente
y tan débilmente habéis llamado
a la puerta de mi habitación
que no estaba seguro de haberos oído <<. Abrí la puerta. Oscuridad y nada más. Mirando a través de la sombra, estuve mucho rato maravillado, extrañado dudando, soñando más sueños que ningún mortal se habría atrevido a soñar, pero el silencio se rompió y la quietud no hizo ninguna señal, y la única palabra allí hablada fue la palabra dicha en un susurro >>¡Leonor!<<. Esto dije susurrando, y el eco respondió en un murmullo la palabra >>¡Leonor!<<. Simplemente esto y nada más. Al entrar de nuevo en mi habitación, toda mi alma abrasándose, muy pronto de nuevo, oí una llamada más fuerte que antes. >> Seguramente -dije-, seguramente es
alguien en la persiana de mi ventana.
Déjame ver, entonces, lo que es,
y resolver este misterio;
que mi corazón se calme un momento
y averigüe este misterio.
¡ Es el viento y nada más.<<>> Aunque tu cresta sea lisa y rasa
-le dije-, tú no eres un cobarde <<. Un torvo espectral y antiguo cuervo, que errando llegas de la orilla de la noche. Dime: >> ¿Cual es tu nombre señorial
en las orillas plutónicas de la noche?
El cuervo dijo: >> Nunca más <<. Me maravillé al escuchar aquel desgarbado volátil expresarse tan claramente, aunque su respuesta tuviera poco sentido y poca oportunidad; porque hay que reconocer que ningún humano o viviente nunca se hubiera preciado de ver un pájaro encima de la puerta de su habitación. Con un nombre como >> Nunca más <<. Pero el cuervo, sentado en solitario en el plácido busto, sólo dijo con aquellas palabras, como si con ellas desparramara su alma. No dijo entonces nada más, no movió entonces ni una sola pluma. Hasta que yo murmuré: >> Otros amigos
han volado ya antes <<. En la madrugada me abandonará, como antes mis esperanzas han volado. Entonces el pájaro dijo: >> Nunca más <<. Estremecido por la calma, rota por una réplica tan bien dada, dije: >> Sin duda <<. Esto que ha dicho es todo su fondo y su bagaje, tomado de cualquier infeliz maestro al que el impío desastre siguió rápido y siguió más rápido hasta que sus acciones fueron un refrán único. Hasta que los cánticos fúnebres de su esperanza, llevaran la melancólica carga de >> Nunca - nunca más <<. Pero el cuervo, induciendo todavía mi ilusión a sonreír, me impulsó a empujar de súbito una silla de cojines delante del pájaro, del busto y la puerta; entonces, sumergido en el terciopelo, empecé yo mismo a encadenar ilusión tras ilusión, pensando en lo que aquel siniestro pájaro de antaño quería decir al gemir >> Nunca más <<. Me senté, ocupado en averiguarlo, pero sin pronunciar una sílaba frente al ave cuyos fieros ojos, ahora, quemaban lo más profundo de mi pecho; esto y más conjeturaba, sentado con la cabeza reclinada cómodamente. Tendido en los cojines de terciopelo que reflejaban la luz de la lámpara. Pero en cuyo terciopelo violeta, reflejando la luz de la lámpara, ella no se sentará ¡ ah, nunca más! Entonces, creo, el aire se volvió más denso, perfumado por un invisible incienso brindado por serafines cuyas pisadas sonaban en el alfombrado. >> Miserable -grité-. Tu dios te ha permitido,
a través de estos ángeles te ha dado un descanso.
Descanso y olvido de las memorias de Leonor.
Bebe, oh bebe este buen filtro,
y olvida esa Leonor perdida.
El cuervo dijo: >> Nunca más <<. >> Profeta -dije- ser maligno,
pájaro o demonio, siempre profeta,
si el tentador te ha enviado,
o la tempestad te ha empujado hacia estas costas,
desolado, aunque intrépido,
hacia esta desierta tierra encantada,
hacia esta casa tan frecuentada
por el honor. Dime la verdad, te lo imploro.

¿ Hay, hay bálsamo en Galad? ¡Dime,
dime, te lo ruego ! <<. El cuervo dijo: >> Nunca más <<. >> Profeta -dije-, ser maligno,
pájaro o demonio, siempre profeta,
por ese cielo que se cierne sobre nosotros,
por ese dios que ambos adoramos,
dile a esta pobre alma cargada
de angustia, si en el lejano Edén
podré abrazar a una joven santificada
a quien los ángeles llaman Leonor,
abrazar a una preciosa y radiante
doncella a quien los ángeles llaman Leonor <<. El cuervo dijo: >> Nunca más <<. >> Que esta palabra sea la señal de nuestra separación,
pájaro o demonio - grité
incorporándome.
¡ Vuelve a la tempestad
y la ribera plutoniana de la noche!
No dejes ni una pluma negra como prenda
de la mentira que ha dicho tu alma.
¡ Deja intacta mi soledad!
¡ Aparta tu busto de mi puerta!
¡ Aparta tu pico de mi corazón,
aleja tu forma de mi puerta! <<. El cuervo dijo: >> Nunca más <<. Y el cuervo sin revolotear, todavía posado, todavía posado, en el pálido busto de Palas encima de la puerta de mi habitación, sus ojos teniendo todo el parecido del demonio en que está soñando, y la luz de la lámpara que le cae encima, proyecta en el suelo su sombra. Y mi alma, de la sombra que yace flotando en el suelo no se levantará... ¡ Nunca más !




II.







Todos quieren cambiar al mundo. Pero ella quería más. Todos los días se dormía dibujando su mundo perfecto. Todos los días se levantaba temprano a idear una forma de cambiar al mundo. Quería poner todo en orden para que fuera a su manera. Quería arreglar todo para que se pudiera disfrutar más, según ella. Soñaba que tenía el poder de cambiar todo. Tenía pesadillas sobre no poder cambiar nada. Todas las noches se dormía tarde mientras dibujaba el mundo a su manera. Todas las mañanas se levantaba temprano a pensar en una forma de lavarle a todos el cerebro.




Todos quieren cambiar al mundo. Pero ella quería más. En todas las clases dejaba de prestar atención para pensar en su mundo utópico. Todas las tareas las dejaba incompletas para ponerse a pensar el lo quer haría cuando tuviera un mundo perfecto. Nadie estaba al tanto de sus planes deslumbrantes. Nadie sabía que ella quería cambiar al mundo más de lo que lo querían los otros. Siempre decía que algo no le gustaba, pero nunca decía qué. En todas las clases dejaba de prestar atención para pensar en un mundo que le cantara himnos a ella. Todas las tareas las dejaba de hacer para ponerse a pensar en lo que haría cuando tuviera al mundo a sus pies.

Todos quieren cambiar al mundo. Nadie lo hace.





Supongo que aveces es bueno aceptar que se tiene la culpa. También supongo que aveces es bueno no dejarse vencer a la primera y no aceptarlo sin más. Quizá tenga algo de culpa, pero no me siento tan culpable.

16/1/09

I.

Volviendo al blog después de unos meses de haber cerrado el anterior me encuentro con miles de cosas nuevas para personalizar las entradas. No sé si se deba al aburrimiento o a la necesidad de re-inventar, que yo he perdido.


En fin.
Esto no es lo primero que hay que decir pero sí lo primero que pasó por mi mente al considerar abrir nuevamente este coso: espero que no se le vea tan solitario como antes. Que a fin de cuentas, las dos veces que lo he abierto no ha sido sino para tener un espacio para escribir con un nombre que difiera de libreta y que pueda ser visto por quien lo quiera ver, de quienes sepan de su existencia.


La primera vez comencé hablando de mi estado de ánimo. Hoy no lo haré, porque es el mismo que entonces...Me siento sola con mi sombra escribiendo palabras que sirven nada más para desfogarme, porque aunque no se vea reflejado en ellas, es para lo que me sirven. Todavía siento el miedo de descubrir lo que tengo dentro, y me da más miedo abrir los ojos a algo que ya sé que está fuera de mí. Pero ya que no puedo hacer nada contra ello, me rindo. Otra vez a cometer el mismo error.


Lunari....saludos :)